Hoy, 10 de octubre, se celebra como cada año el Día Mundial de la Salud Mental. Antes de que termine el día, según las estadísticas, 10 personas en España se habrán quitado la vida. Una cifra que refleja que nos encontramos ante un grave problema de salud pública, no solo en nuestro país, sino a nivel global, y que justifica el hecho de que el Día Mundial de la Salud Mental esté dedicado a la prevención del suicidio.
La Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA reivindica la elaboración de un Plan de Prevención del Suicidio, que cuente con los recursos económicos, materiales y humanos necesarios, para lograr disminuir la tasa de suicidios y prevenirlos.
Una pieza clave de este plan, en opinión de la Confederación, es la implantación de un servicio telefónico de atención al riesgo suicida, de carácter público y gratuito, accesible y que cuente con profesionales especialistas en esta materia, que ofrezcan una atención ininterrumpida. Así lo reiteró ayer, Nel González Zapico, presidente de la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, durante el acto conmemorativo del Día Mundial de la Salud Mental, que organizó la Confederación, presidido por Su Majestad la Reina Letizia y que contó con la asistencia de la ministra en funciones de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo.
Para el presidente de la Confederación no hay duda de que “el suicidio se puede prevenir”, e insiste en la necesidad de invertir en “medidas eficaces y adecuadas”. Entre dichas medidas, González Zapico urge “un teléfono de tres cifras, fácil de recordar, como ocurre con el 016 para la atención a las víctimas de violencia machista, que asegure la atención, el seguimiento, control y la ayuda profesional que puedan necesitar tanto a las personas que piensan en quitarse la vida como a sus familiares, pero no solo en un momento crítico, sino de forma continuada y cuando lo requieran”.
Este teléfono es una herramienta crucial en la constitución de un plan integral que “debería servir para sensibilizar y mejorar la información a la población general a través de campañas de concienciación promovidas por instituciones públicas, medios de comunicación y entidades sociales dedicadas a la causa y ayudar a detectar precozmente el riesgo suicida”, concluye González Zapico.
Las muertes por suicidio duplican a las provocadas por accidente tráfico
Las muertes por suicidio siguen siendo la primera causa externa de fallecimiento, duplicando a las provocadas por los accidentes de tráfico. Con 3.679 muertes por esta causa, según los últimos datos oficiales registrados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), de 2017, la cifra ha crecido en un 3,1% respecto al registro de 2016 y es la más elevada en los últimos doce años; supone que una media de 10 personas al día se quita la vida en España.
Además, el suicidio es la tercera causa de muerte en el grupo de edad de entre los 15 a los 29 años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística. Según los últimos datos disponibles, casi 300 niños y jóvenes menores de 30 años se quitaron la vida en 2017.
Frente a estas circunstancias, desde la Confederación se defiende la necesidad de cambiar esta perspectiva “porque en general, y a pesar de lo que habitualmente se piensa, la conducta suicida se puede predecir, y por tanto también prevenir mediante intervenciones oportunas y eficaces basadas en datos científicos, tratamiento y apoyo”, añade Nel González Zapico.
El primer paso debe ser acabar con los mitos e ideas erróneas sobre el suicidio para facilitar la desestigmatización y evitar la culpabilización de la conducta suicida, lo que facilitará que las personas con ideaciones suicidas pidan ayuda.
Mitos y realidades en torno al suicidio
Uno de los primeros pasos para detectar una conducta suicida y poder prevenirla es conocer y, sobre todo, desterrar del imaginario los mitos que la rodean.
Mito: Los intentos de suicidio son una llamada de atención. Realidad: Un intento de suicidio es una manifestación del sufrimiento y desesperación que siente la persona.
Mito: La persona que realmente quiere acabar con su vida, no avisa. Realidad: Muchas personas avisan de alguna forma a su entorno de sus intenciones.
Mito: Las personas que se suicidan son egoístas (o valientes). Realidad: La conducta suicida no es valiente ni cobarde, está vinculada a un altísimo grado de sufrimiento de la persona.
Mito: Los medios de comunicación no deben hablar del suicidio para evitar el ‘efecto llamada’ o el ‘efecto Werther’. La publicación de información adecuada y responsable por parte de los medios es fundamental y puede ayudar a prevenir el suicidio (‘efecto Papageno’). El suicidio no se puede prevenir. Realidad: Sí se puede. Es fundamental la detección temprana y poder disponer de los recursos, profesionales y espacios adecuados.
Recomendaciones a los medios, para tratar estas informaciones
No informar sobre un suicidio o hacerlo de forma sensacionalista y aportando información irrelevante son dos de las prácticas más habituales de los medios de comunicación a la hora de abordar, o no, una muerte por suicidio. Sin embargo, las cifras desvelan que ambas opciones ayudan poco a disuadir a quien está pensando en quitarse la vida de que lo haga.
Por esto, y por la gran capacidad para llegar a grandes audiencias, es fundamental que los medios traten la información de manera responsable y respetuosa. La OMS ofrece algunas recomendaciones al respecto, que recogemos y se pueden consultar en el siguiente enlace: https://bit.ly/2M0ueSI.
Igualmente, la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA ha editado una Guía de estilo sobre salud mental para medios de comunicación, cuyo fin es ofrecer a periodistas datos y claves sobre la manera más adecuada para informar acerca de temas o aspectos relacionados con la salud mental.
La Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, declarada de Utilidad Pública, es una entidad sin ánimo de lucro y de interés social que surgió en 1983. Integra a 18 entidades socias numerarias, aúna a 300 entidades y cuenta con más de 46.000 socios y socias en todo el territorio nacional. Su misión es representar a nivel estatal al movimiento asociativo de personas con trastorno mental y familiares, mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud mental y defender sus derechos.